DETRÁS DEL ATRIL

		Blanca, Luz, Alicia y Nohelia, con compañeros de Portugal. Esther baila con el director portugués. Detrás, Nerea mirando. Víctor y Luismi. Luz, Natalia, Nerea, Nohelia, Gracia, Esther, Blanca y Víctor, con un grupo de músicos de Aveiro.

• Aveiro visita Tudela
13 de diciembre de 2008



Nuestros compañeros de la Sociedad Musical Santa Cecilia de Aveiro (Portugal) nos devolvieron la visita que nosotros les hicimos la pasada primavera y se acercaron hasta Tudela para participar en la Muestra Musical Diego Beltrán. El concierto tuvo lugar a las 20.30 horas, en la Casa de la Cruz, y recibió numerosas críticas elogiosas por parte de los asistentes. Peor el viaje de los portugueses a Tudela no se quedó sólo en la actuación, sino que también pudieron disfrutar de la noche de nuestro pueblo.

Llegaron a Tudela sobre las 13.00 horas y, después de llamar a Víctor y con un pequeño lío de teléfono, se encontraron con Miguel Ángel, que les guió hasta el hotel y restaurante donde estarían alojados. Despés de comer, de ensayar y del concierto, tuvo lugar la cena de hermandad entre las dos orquestas. Por parte de nuestra formación acudieron a la cena Luismi, Gracia, Blanca, Álvaro, Nerea, Ester, Natalia, Nohelia y Luz. El restaurante al pricipio sólo había puesto cubierto para 19 personas, y al final nos presentamos casi treinta, oprque en la reserva no contamos con que algún miembro de nuestra orquesta acudiría. Además, como íbamos llegando poco a poco, la camarera estaba un poco flipada. ¿Qué pasa, que manan?, preguntaba. Entremeses, bacalao o carne y postre.

Y después de cenar, de bares. A esa hora ya se había descolgado Álvaro, pero se unió Víctor, que llegaba de trabajar. Primera parada en el Eclipse. Al principio un poco sosa, como si costara entrar en calor, pero en seguida comenzaron a hacer la conga (la primera de la noche) y la cosa se animó. Se pasó del corro abierto sin nadie en el centro, a los bailes y la sesión de fotos.

La siguiente parada fue en el Salegar. Llenamos el bar. Aquí el director portugués se lanzó a bailar unas rumbitas con Nerea y Esther, mientras el resto seguía a su bola, con Amaral y El Canto del Loco de Fondo.

Poco a poco, tanto españoles como portugueses se fueron descolgando. La siguiente visita fue a La Sotana, pero aquí ya quedaban menos. Estaban Nerea, Esther, Luz, Blanca y Luismi. Y por los portugueses, Marco Antonio (Violín) u André (Clarinete). Sobre las seis de la mañana hubo un último intento de subir a la estación, pero estaba cerrada. Así que allí terminó la noche.

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