DETRÁS DEL ATRIL




Momentos antes del concierto, Ana, Juan, Álvaro, Nohelia, Elena, Víctor y Luismi. Debajo, Pablo González le cura un dedo a Nohelia.




Alicia, Elena, Víctor e Inma hacen un poco el tonto en el 'pedazo' y alejado hotel.







De paseo por la Ciudad de las Ciencias y esperando
a que empiece el espectáculo del delfinario.

El viaje a Alcudia
15 de mayo de 2004

¿Alguien sabe a qué distancia exacta se encontraba el pueblo del hotel? Es la pregunta del siglo y seguramente no tenga respuesta. Al menos en kilómetros, porque ninguno de nosotros la calculó... Aunque en minutos debían ser cerca de quince en autobús... y lógicamente
la tira andando. Nuestro gozo en un pozo. Al menos el
de buena parte de componentes y acompañantes que
ya habían planeado una noche de juerga en Alcudia
y que se tuvo que conformar con el 'quinito' en el hotel. Aunque tampoco estuvo del todo mal la cosa...

Para amenizar el viaje, a Ana se le ocurrió (sin mucho éxito, la verdad) jugar a la pinza. ¿Cómo se juega a la pinza? Pues coges una pinza de la ropa y se la pones a una persona sin que se de cuenta. Si éste descubre que tiene la pinza, se la tiene que quitar y ponérsela a otro
y así en un sucesivo etcétera hasta que, al llegar la hora acordada, la persona que tiene la pinza supere una prueba que le imponga el resto de participantes. ¿Qué pasó al final? ¿Quién se quedó con la pinza? Pues desconocemos la respuesta. ¿A alguien le importó que pasó al final con la pinza?

El hotel, pues, estaba alejado de la "civilización", pero era, francamente, una pasada. Con su jardincito, sus mesas para cenar fuera, sus habitaciones grandes y espaciosas... y una piscina que tentó a más de uno,
pese a no llevar bañador. Al final no hubo baño, snif.

Vino a visitarnos Laura, una histórica de la Orquesta
que dejó la formación hace unos años. Ahora vive en Sagunto y se acercó a ver como seguíamos todos. Le invitamos a subir de nuevo, laúd en ristre, pero no
estaba muy por la labor.

La actuación bien. Y eso que teníamos lesionados. Nohelia, de percusión, tenía el dedo malito y Pablo, nuestro enfermero, se encargó de hacerle las curas
antes de que empezara a darle al bombo.

Si el sábado fue el día de la actuación, el domingo lo dedicamos a visitar la Ciudad de las Artes y las
Ciencias de Valencia. La mayor parte de la Orquesta
se decantó por el oceanográfico (no daba tiempo a ver todo), aunque alguno prefirió el Museo de las Ciencias, pues había visitado a los delfines y peces no hacía mucho tiempo. Lo primero de todo, el delfinario, para ver el espectáculo en la sesión de las 11.30 horas. Y una vez terminado, de nuevo en pequeños grupos para
visitar el resto de los pabellones.

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©2004 Orquesta de Pulso y Púa de Tudela de Duero