HISTORIA. CALLE MAYOR

En la Diputación de Valladolid y la prohibición de Mucientes
Septiembre de 1995

Este verano, lejos de toda intención de descansar, hemos realizado dos actuaciones y vimos frustrados cómo se escapaba la posibilidad de haber hecho alguna más por circunstancias ajenas a nuestra voluntad.

Como de costumbre, aparecieron los contratiempos climáticos en el concierto que ofrecimos el 22 de julio en el Palacio de Pimentel, en la Diputación Provincial de Valladolid. Hace pocos meses nos quejábamos del frío que pasamos en Castrodeza; pues, para compensar la falta de grados centígrados, la naturaleza decidió obsequiarnos con una ola de calor para que no le pongamos tantas pegas al tiempo. Mientras recordemos la lección no volveremos a quejarnos (más nos vale). Pero ahora vamos a lanzar nuestro último lamento atmosférico: ¡qué calor pasamos aquella tarde! A las nueve, hora prevista para comenzar, el claustro del Palacio ya estaba lleno de personas decididas a disfrutar de buena música, que primero interpretaría la Orquesta de Pulso y Púa de Tudela y luego la coral Voces del Duero. Más público habría entrado a escucharnos si no fuera porque en el Palacio de Pimentel, cuando el aforo se completa, cierran las puertas y nadie más puede entrar.

Los cuarenta grados de temperatura descendieron poco a poco, acompañando al sol en su camino hacia otras tierras que alumbrar y dejando a éstas en penumbra; y a nosotros con el mejor tejado que podríamos tener: el cielo, las estrellas y la luna. Tocar al aire libre produce una sensación extraña para el oído de los que no estamos acostumbrados a hacerlo: hay que estar muy atentos para no perder el ritmo de los compañeros. Si el lugar no tiene buena acústica, se pierde mucho sonido, pero si este problema no es demasiado grande, los conciertos al aire libre y por la noche son preciosos, tienen algo mágico, fantástico.

EL PROGRAMA

Actuación de fin de curso 1995. Ver crónica

Nuestra intervención duró aproximadamente media hora, en la que nos entregamos al máximo creando un ambiente del que más tarde se podría aprovechar la Coral para rematar el concierto. Hubo un momento especial y curioso: la Danza ritual del fuego,
de Manuel de Falla, cuando el timbal debía entrar, sentimos cómo nos acompañaba una cigüeña redoblando con su pico desde lo alto de la Iglesia de San Pablo, donde había varias de estas aves siguiendo la actuación en tribuna. De haber podido subir hasta donde estaban, hubiéramos intentado contratar a esa cigüeña de percusionista. Y para acabar este año académico de la Orquesta de manera tan brillante como ha transcurrido, celebramos un concierto de Fin de Curso en el que interpretamos parte de nuestro repertorio clásico con el estreno de nuevas obras, entre ellas, dos con la intervención de solistas. El público más fiel acudió a la llamada y gozó sin duda porque
fue uno de los mejores conciertos que hemos hecho durante los trece años de nuestra historia.

Como nota triste, no tenemos más remedio que resignarnos ante la autoridad de quien
nos prohibió tocar en la iglesia de Mucientes.

La música, tal vez la manifestación que más nos acerque a Dios, no es considerada digna de ser escuchada en un templo. En cambio, cuando se trata de sacar dinero, no importa utilizar la catedral de Burgos para hacer conciertos de ópera (música más profana, imposible). No creemos que las obras de nuestro repertorio sean tan paganas, ni impuras para negarles la entrada en la iglesia (ni tampoco la ópera, por supuesto). Realmente y por suerte, no siempre nos pasa esto, muchas veces hemos estado en templos y no queremos hacer una crítica general, sino particular de algunas personas que en su entorno se comportan como pequeños dictadores. Este cura de Mucientes nos recuerda al Abad Silvano, quien no admitía ningunún tipo de música en la Iglesia cuando otros padres ya admitían y recomendaban la música vocal. Esto ocurrió en la Edad Media, lo que nos da una idea de lo poco que han progresado algunas personas.

Y en Mucientes se quedaron sin oírnos.


EL CONCIERTO, EN EL NORTE DE CASTILLA


OTROS MESES DE CALLE MAYOR
©2004 Orquesta de Pulso y Púa de Tudela de Duero