DETRÁS DEL ATRIL


Integrantes de la orquesta, durante la celebración.


Esther, Andrés, Víctor, Natalia, Luz, gonzalo, Ángel, Rodrigo, Lili y Nohelia.


Elena, Javier, Alejandro, Elsa, Estefanía, Pablo, Begoña, Jesús y Elena.


Los novios, Luismi y Gracia.

 

La boda de Gracia y Luismi
14 de mayo de 2014

La orquesta de pulso y púa ha vivido un momento muy especial con la boda de dos componentes que se conocieron, precisamente, en los ensayos. Gracia (bandurria) y Luismi (laudón) han contraído matrimonio y sus compañeros de orquesta acudieron a la celebración para festejarlo con ellos y desearles mucha felicidad en este vida que ahora comienzan a vivir juntos.

El enlace tuvo lugar en el balneario de Olmedo y la ceremonia debía comenzar a las siete de la tarde, pero un pequeño retraso en uno de los autobuses contribuyó con una dosis de emoción a la tarde. En ese autobús viajaban varios integrantes de la orquesta, que tuvieron que echar mano de la velocidad para montar atriles y preparar instrumentos nada más llegar a Olmedo, para estar listos y dispuestos para empezar a tocar antes de que la novia hiciera su aparición. Faltó Miguel Ángel, por motivos laborales, y su puesto en el bajo lo ocupó nuestro director, Rodrigo Jarabo. También nos acompañó a la bandurria Ana, la hermana del novio, y durante años miembro también ella del grupo. Y como homenaje a los novios, pusimos sus dos instrumentos junto a nosotros, para recordar que también ellos son parte del grupo. El problema es que el laudón de Luismi volvió a sufrir un pequeño accidente. Nada, en cualquier caso, que empañara el día.

La piezas interpretadas por la orquesta sirvió de colchón musical para una ceremonia presidida por Marta Olmedo, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tudela de Duero, y para acompañar las palabras que pronunciaron los amigos y la familia de los novios. Por petición expresa de Luismi y de Gracia, por ser canciones especiales para la pareja, interpetamos el Canon de Pachelbel y versiones de Runaway (The Corrs), Whatever (Oasis) y Nothing else matters (Metálica). La sorpresa llegó al final de la ceremonia, ya cuando los invitados estaban felicitando y besando a los novios, cuando el padrino y padre de la novia nos pidió que interpretáramos un pasodoble. Y fue entonces cuando nos arrancamos con Amparito Roca.

A continuación llegó la cena, con la emoción y las risas de una fiesta de este tipo. Después de los entrantes y del ágape en el patio del balneario, la orquesta se dividió en dos mesas (la número 19 y la 20). En la primera estuvieron Javier, Alicia, Pablo, Elsa y Miguel Ángel (con acompañantes; en el caso de Miguel Ángel solo pudo asistir Estefanía) y también Elena, antigua componente del grupo. En la otra mesa estuvieron, algunos con pareja, Natalia, Luz, Víctor, Andrés, Esther, Nohelia, Rodrigo y Ángel. Álvaro estuvo en la mesa de los primos.

Durante la comida hubo competiciones por apagar la vela del centro de la mesa y se planteó un concurso para ver quién gritaba más alto y mejor lo de 'Viva los novios', pero el certamen no se llegó ni siquiera a plantear después de escuchar las primera felicitaciones de Andrés. Sonó tan alto y tan fuerte y tan seguido que no hubo competencia en toda la boda. Incluso llegó a enlazar hasta seis veces un estruendoso Viva los novios. Unos pulmones sobradísimos. También es verdad que Andrés venía descansado porque fue el más listo de todos y no solo se quedó a dormir después en el balneario, sino que decidió además tomarse el sábado de relajo y comer y darse un baño en la piscina antes de la boda.

Después llegaría el baile, que se prolongó hasta las seis de la madrugada momento en el que, después de desear lo mejor a la pareja, concluyeron los festejos del enlace. Gracia y Luismi, que seáis muy felices.

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