REPERTORIO


Marcha triunfal, de 'Aída'
de Giussepe Verdi

EL AUTOR

Giuseppe Verdi

(Roncole, actual Italia, 1813-Milán, 1901)

Nacido en el seno de una familia muy modesta, tuvo la fortuna de contar desde fecha temprana con la protección de Antonio Barezzi, un comerciante de Busseto aficionado a la música que desde el primer momento creyó en sus dotes. Gracias a su ayuda, el joven pudo desplazarse a Milán con el propósito de estudiar en el Conservatorio, lo que no logró porque, sorprendentemente, no superó las pruebas de acceso. Tras estudiar con Vincenzo Lavigna, quien le dio a conocer la música italiana del pasado y la alemana de la época, fue nombrado maestro de música de Busseto en 1836, el mismo año en que contrajo matrimonio con la hija de su protector, Margherita Barezzi. El éxito que en 1839 obtuvo en Milán su primera ópera, Oberto, conte di San Bonifacio, le procuró un contrato con el prestigioso Teatro de la Scala. Sin embargo, el fracaso de su siguiente trabajo, Un giorno di regno, y, sobre todo, la muerte de su esposa y sus dos hijos, lo sumieron en una profunda depresión en la que llegó a plantearse el abandono de la carrera musical. No lo hizo: la lectura del libreto de Nabucco le devolvió el entusiasmo por la composición. En 1851 estrena Rigoletto, y, dos años más tarde, Il Trovatore y La Traviata, sus primeras Obras Maestras. A partir de este momento compuso sólo aquello que deseaba componer. Su producción decreció en cuanto a número de obras, pero aumentó proporcionalmente en calidad.
 
Una pequeña incursión en la ópera de la mano de Aida, de Verdi. Interpretamos la Marcha Triunfal, pieza que suena en el segundo acto, cuando los soldados vuelven a las puertas de Tebas victoriosos de la batalla. En ese momento son recibidos con júbilo por la población. Aída, de Guiseppe Verdi, fue estrenada el 24 de diciembre de 1871 en la Ópera de El Cairo. Verdi no acudió al estreno porque "odiaba los viajes demasiado largos".

El argumento, resumido, es el siguiente. El ejército egipcio hizo cautiva a una muchacha etíope, Aida, que es ahora esclava de Amneris, la hija del Faraón. Esclava y señora están enamoradas de Radamés, capitán egipcio que ama a la primera y está destinado a casarse con la segunda.


Llega un mensajero con la noticia de que el rey etíope, Amonasro, el padre de Aida, ha invadido Egipto. Se acuerda que el ejército salga contra el invasor, y se nombra jefe de la expedición a Radamés.


Pasados unos meses, Radamés vuelve vencedor. Amneris, para poner al descubierto el sospechoso amor de Aida, dice a ésta que Radamés ha muerto en la guerra. Descubierta aquella callada pasión, Amneris declara que ella también ama a Radamés, y amenaza a la esclava hasta con la muerte.


OTRAS OBRAS
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