HISTORIA. CALLE MAYOR

'La mesonera de Tordesillas' y otras cosas de interés
Enero de 1995

Como ya anunciamos en el número anterior, los días 16 y 17 de diciembre se representó, a cargo del Conjunto Lírico Amigos de la Zarzuela, en el auditorio de la Feria de Muestras de Valladolid, 'La mesonera de Tordesillas', con música de F. Moreno Torroba. La Orquesta de Pulso y Púa estuvo allí colaborando en la puesta en escena.

Desde que la asociación Amigos de la Zarzuela solicitó nuestra presencia hace algunos años, hemos estado presentes en varias zarzuelas: 'Doña Francisquita',
'El barberillo de Lavapiés' y la última, 'La mesonera de Tordesillas'.

Trabajar en este tipo de actos es muy interesante y divertido. Ya nos lo dijo la primera vez nuestro amigo Luis Laforga (director de escena): "El teatro es un veneno, una vez que se entra, es muy difícil dejarlo". Y tenía toda la razón. Aunque nuestras intenciones son cortas, vivimos un ambiente que "engancharía" a cualquiera.

La preparación y desarrollo de nuestro trabajo se hace de la siguiente forma

LA IMAGEN

Los participantes en la zarzuela.
En alguno de nuestros ensayos, el director nos comunica la nueva llamada de colaboración; surgen algunos voluntarios (ya que toda la orquesta es demasiado grande y sólo pueden ir unos pocos), se nos proporcionan las partituras y comienza el ensayo individual. Cuando el trabajo personal está
más o menos cumplido, hacemos varios ensayos en grupo hasta que la obra está montada. Después comienzan los ensayos de la representación en Valladolid con los actores y cantantes; no suelen alargarse mucho porque nosotros llegamos cuando el grupo Amigos de la Zarzuela ya tiene la obra bastante preparada. Nos enseñan por dónde tenemos que entrar en escena, cuándo hay que hacer "mutis" o si tenemos que tocar entre bastidores.
Verdaderamente se aprecia la afición a la zarzuela de las personas de la asociación viendo la alegría que sienten cuando nos oyen tocar; ¡ha llegado la rondalla!, se arma un pequeño revuelo y luego silencio para escucharnos. Los fragmentos que interpretamos suelen ser muy alegres (pasacalles, seguidillas) y hay a quien se le van los pies detrás de la música y no contiene las ganas de bailar en pleno ensayo.

Por fin llega el día de concretar los últimos detalle: el ensayo general. Se pasa toda la obra con las mínimas interrupciones posibles; en el teatro, con los decorados definitivos y con los trajes. Ésta es nuestra incógnita hasta ese momento: ¿de qué nos vestirán? ¿De tunos? ¿De cómicos? ¿De animales? El momento de probarnos los trajes que nos han reservado es de lo más divertido: ¿Esto cómo se pone? Oye, ¿cómo es: por delante o por detrás; por encima o por debajo?... Y cuando cada uno ha conseguido que su vestido lo parezca, ya estamos listos.

El día de la representación: Ha llegado el día, el ambiente está lleno de emoción y nerviosismo, el teatro lleno durante las dos sesiones (a las ocho y a las once). El telón se levanta y empieza la aventura. ¿A nosotros cuándo nos toca? En el segundo acto; ¿nos toca ya?; no, en el segundo acto. ¿En qué acto has dicho que nos toca? ¡Vete de aquí, cuando haya que salir ya nos avisarán, pesado! Ciertamente es necesario estar atento para no equivocarse y oír el timbre de llamada a escena porque puede pasar como una vez. El protagonista del suceso lo contaba así: "Estaba sentado en el camerino; oí el timbre y como desde que suena hasta que hay que salir, aún queda tiempo, me puse con tranquilidad el sombrero y el antifaz, cogí la guitarra y cuando bajaba las escaleras hacia el escenario... ¡titoootiiií...! Los primero compases que debería estar tocando con vosotros ya estaban sonando. Di la vuelta por detrás del decorado y aprovechando la muchedumbre de cantantes que entraban en escena, me "colé" con ellos, sin que nadie lo advirtiera. Lo mejor fue ver vuestra cara cuando os saludé según salía de la taberna del decorado.

EL CARTEL

Cartel de 'La mesonera de Tordesillas'. Más sobre esta obra

-¡¿De dónde vienes!?
-Nada, de tomar un vino.

La mayor animación mientras dura la obra se encuentra en los pasillos y escaleras que llevan a los camerinos. Es posible encontrarse desde una guapa bailarina, hasta un hombre vestido de gallina, un romano, un jorobado o un espectador extraviado; o tal vez, al director de orquesta preguntando: ¿Ha empezado ya? (El buen humor es la tónica general). Hay algo por lo que la Orquesta de Pulso y Púa de Tudela ha cobrado popularidad entre los que hacen la zarzuela (aparte de la música) y es por las meriendas abundantes y animadas que realizamos entre las dos representaciones; siempre compartidas con aquel que quiera animarse a probar un buen chorizo o dar un tiento a la bota. Luego, para reposar la comida, un poco de música con el fin de tentar al grupo de danzas Arienzo a que bailen y canten con nosotros hasta que empiece la sesión de las once. Una vez realizado el saludo ante el público que concluirá la "noche zarzuelera" nos volvemos a vestir de "personas" y luego viene la despedida "hasta la próxima", de los amigos con los que hemos colaborado estrechamente varios días. La tarde ha sido agotadora pero todavía hay quien tiene ánimos para salir de festejo por la ciudad.

OTROS MESES DE CALLE MAYOR
Inocentadas

LA NOTICIA


Pulicada en El Norte de Castilla. Ver noticia

Vamos a aprovechar las fechas para contar la actuación que realizamos hace varios años el día 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes) en Peñafiel. Fue una jornada de cierta tensión entre nosotros porque sentíamos sobre nuestras espaldas el acoso del monigote cruel y despiadado que algún "graciosillo" intentaría colocarnos para convertirnos en blanco de las mofas
de los demás. Cualquiera de nosotros podía ser el tal
"graciosillo" porque mientras nos cuidábamos de defender nuestros flancos traseros, acechábamos como aves rapaces los de los demás con el fin de colocarles la divisa que automáticamente incluye a quien la porta en la ganadería de los inocentes.

En el cine de Peñafiel, antes de comenzar el concierto, las
bromas ya eran continuas y tradicionales; cambiar el orden de
las partituras en la carpeta del prójimo, cambiar la carpeta o, incluso, al mismo prójimo, si se hubiera presentado la ocasión. Pero hubo dos bromas singulares; una tiene relación directa con el pequeño xilófono de metal de la Orquesta; este instrumento consta de una caja de madera en la que se insertan unas láminas metálicas de distintos tamaños que, al ser percutidas, emiten los sonidos correspondientes a las distintas notas. Estas láminas son intercambiables y se pueden quitar y cambiar por otras con notas alteradas (sostenido, bemol) en función del tono en que se encuentre la obra a interpretar.

La otra broma la sufrió nuestros director, que portaba un
monigote de papel de periódico en el maletín donde normalmente lleva las partituras y otro en el atril donde las coloca para leelas. Tras comenzar el concierto, advertimos un detalle: cuando el xilófono tenía que tocar la nota La no lo hacía, pero sí sonaban las demás. Le habían robado el La. En seguida nos dimos cuenta de lo que había pasado porque uno de los flautistas sonreía maliciosamente enseñando la lámina La del xilófono. Nos había convertido en víctimas de su inocentada. Por suerte, el público no reparó en el detalle, le fue devuelto el La al xilofonista y el concierto acabó en éxito.

EL RECORTE

Pase de escenario que usaron los componentes de la orquesta para poder actuar en el Calderón.
OTROS MESES DE CALLE MAYOR
©2004 Orquesta de Pulso y Púa de Tudela de Duero